miércoles, 22 de abril de 2009

MARINA

MARINA: NINGUNA COMO ELLA














Nacionalidad: Rusa
Anuncia: Diario El Día (local)
Caché: 100€ (1 hora)
Teléfono: 662058742 - 671262935
Fotos: Reales



Eran meses que no nos veíamos y la expectativa era grande… Las llamadas durante toda la semana fueron largas y sucesivas, y sólo cuando ella me dijo que estaba para una visita fui a Toledo…

Qué puedo decir de esta chica. No será un pibón pero la conozco de años y siempre como dice ella, nos encontramos…

Esta vez en el piso me recibe una morena iberoamericana simpática en pijama. Estaba limpiando el chalet y me pregunta si quiero ver a las chicas. Le digo que no que vengo por Marina. Me mira y me vuelve a insistir: “No quieres ver a las chicas, mira que tengo…”. Que no, que vengo por Marina…

La llama y en eso aparece mi buena amiga Marina, embutida en un coqueto vestido negro. Ella se ríe, me abraza, me besa y sólo en ese instante la encargada se da cuenta que soy un viejo conocido de la rusita…

El chalet es acogedor y limpio. Entramos en la habitación y Marina, me dice: “Tengo una sorpresa para ti…”. Y en eso aparece Kristina (antes Andrea) una chica rusa a quien le había perdido el rastro en el 2007…

La conversación se hizo emotiva y los recuerdos interminables…

En fin, al tajo… Marina me morrea como ella sólo sabe hacerlo y me dejo vencer fácilmente por su desparpajo… Besos, besos y más besos. Besos con lengua, con pasión, con saliva, mordiéndonos los labios, la lengua, buscándonos con desesperación y locura en cada instante…

Tomo un sorbo de cerveza, la beso y ella bebe la cebada de mi boca… Siempre ha habido esa magia, esa comunión con ella… Se ríe, la levanto en vilo y ella me dice que se siente libre conmigo…

Nos reímos. Ella se ríe a cada segundo. Sus palabras y oraciones, no habla muy bien el español pese a que ha mejorado mucho, siempre concluyen con una risa tonta pero no fuera de lugar. Es una mujer deliciosa, que pide ser tratada con ternura y dulzura, pero muchas veces desespera por ser una mujer inasible, un enigma y eso engancha…

Vamos al baño, nos aseamos, me seca y volvemos al cuarto. Allí todo es Marina… Besos, besitos por todo mi cuerpo comenzando por mi rostro, mi pecho, mis tetillas, me las muerde y succiona, me mira. Pone su mentón en mi pecho y se acurruca en él, y no se cansa de decir mi nombre. Juego con sus cabellos, los levanto, los miro y ella me dice que tenía miedo que no fuera a Toledo…

Ahora es ella quien toma un sorbo de cerveza y mediante un beso, aplaca mi sed… Hay profesionales y profesionales pero lo que distingue a las grandes profesionales no es sólo su respuesta inmediata e inspirada, sino su capacidad de pensar, de adelantarse a lo que el cliente requiere y esta chica es una de ellas…

Me sigue besando y baja hasta mi polla que es devorada prácticamente por esta rubia. Un francés natural sin fisuras, salivando, con mimo, masturbando, colocando su piercing en mi glande, por los laterales de mi pene, deglutando mis huevos, uno a uno y luego los dos juntos… Una mamada memorable.

Me sugiere cambiar de pose y esta vez soy yo quien toma la iniciativa. La beso. Le beso y acaricio todo su cuerpo y la tesitura de su piel es el desideratum. Hago lo mismo con su torso. Le hago un beso negro largo, húmedo, profundo, expandiendo con mi lengua toda la aureola de su sacro ser…

Me pide que le coma su chochito y me vuelvo loco allí, entre sus piernas. No sé cuánto tiempo estuve allí abajo trabajando a destajo, sólo sé que mi mandíbula estaba echa polvo cuando obtuve de ella sus jugos vaginales transparentes, viscosos y dulces…

Le digo para follar y comenzamos con la pose del jinete nunca mejor dicha… Ella encima de mí, cabalgando como una loca, comiéndome a besos, mientras yo, estrujaba sus turgentes senos y glúteos…

Luego, ella se da la vuelta. Ahora es la pose del sometido, es decir, ella arriba, dándome la espalda y cabalgando. De esta manera, podía ver todo su culo y acariciar la alba espalda de Marina, mientras ella acariciaba mis piernas y las besaba…

Continuamos esta vez yo arriba y ella abajo con la pose del misionero, el pulpo o arco, piernas al hombro, el tornillo, la cuchara… Marina gime y pone sus manos en la cabecera de la cama para que no haga ruido y yo aprovecho para lamerle ambas axilas y deleitarme con el aroma de mujer en estado de ebullición…

Le pido que se ponga en cuatro y ella, cachonda, me pide que le meta toda la polla en su vagina y le de caña, así lo hago… Pero ella me pide más, más fuerte… Le hago la araña, el elefante y ella no puede resistir un minuto más sin besarme… Le meto mi lengua en sus orejas y ella se desmadeja por completo…

Volvemos a la pose del misionero, le doy duro, parejo y ella me muerde mi pecho, mi axila, mi brazo, se vuelve loca y me vuelve un poseso cuando ya me corría como un mirlo…

Polvazo…!

Hay tiempo para acabar la cerveza, para conversar de cosas personales, para seguir besándonos, para hacer promesas, juramentos, etc...

En fin, a veces pienso que el corazón de Marina es el lugar en el que la noche se encuentra con el deseo de morir para superarse en lo ilimitado…

Afuera todo el peso del cielo y del calor cae sobre El Tajo. Todo es luminoso. Pero el sol ha desaparecido…



Fecha de la experiencia: Mayo, 2009
Trabajó: Chicas Edén (Zaragoza)






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